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Las características técnicas hacen que las antiguas pilas alcalinas sean indispensables para una serie de aparatos
En el mundo actual, los smartphones, los portátiles e incluso los coches necesitan recargarse a diario. Parecería que las pilas recargables están en todas partes y que no hay razón para usar pilas alcalinas viejas. Pero las características técnicas las hacen indispensables para una serie de dispositivos. Los expertos del portal SlashGear nos explican en qué se diferencian las pilas recargables de las desechables, y por qué algunos aparatos siguen necesitando estas últimas.
Una de las principales diferencias entre los tipos de pilas es la velocidad de descarga. Las pilas recargables mantienen un suministro constante de energía hasta que se descargan casi por completo, tras lo cual el voltaje cae drásticamente. Las pilas desechables se descargan de forma más predecible y uniforme, lo que es importante para el funcionamiento estable de los dispositivos.
Otro factor es el voltaje y la sensibilidad del dispositivo. Muchas pilas recargables AA/AAA suelen suministrar unos 1,2 V, mientras que las pilas alcalinas estándar suministran 1,5 V. Esto significa que algunos dispositivos o aparatos antiguos con voltajes bajos pueden no funcionar correctamente con pilas, incluidas linternas de alta potencia, ciertas cámaras digitales y juguetes electrónicos.
Quizá la categoría más importante sea la de los dispositivos de seguridad. Los detectores de humo, los detectores de monóxido de carbono y las luces de emergencia utilizan pilas que mantienen la carga durante mucho tiempo sin intervención del usuario.
El segundo grupo incluye los electrodomésticos de bajo consumo -relojes de pared, mandos a distancia, termostatos, radios-: funcionan durante meses con un «consumo de energía» cada vez menor.
Las pilas desechables son más eficientes debido a su voltaje estable y a su «autodescarga» extremadamente baja, a diferencia de las pilas recargables, que siguen perdiendo carga incluso sin usarse.
